ADIÓS: TE ODIO.

Te odio. Odio tu pelo, tus ojos, tu todo. Te odio a ti. Igual que quieres a una persona que ha sido algo grande en tu vida, la terminas odiando. Tienes razones para ello. Necesitas decirlo. Gritarlo. Te odio. Me mentiste, me dijiste que no querías nada, pero al final era otra de sus podridas mentiras. Pensaba que eras diferente. Como, no, inocente de mi, no sabia que eres una persona como todas, y que eres como quieres cuando quieres, y conmigo no vas a ser menos. Está muy bien que intentes algo con otra chica, no puedo decir que no le odio, pero bueno es tu vida. Pero no es justo que vuelvas a mí, tras romper con esa chica, hablando como si nada, como si no hubiera pasado nada, como si no supieras el daño que me has echo, en pasado, porque el daño ya está hecho y lo único que siento ahora es odio. Odio como he dicho a ti, y a tu egoísmo. No sé si te miraré con mala cara, tampoco si te podré hablar como es debido, sin decirte, o darte una pista de que te alejes de mi. Lo dejaré, como siempre a lo que el mañana quiera. Improvisación, mi lema, dulce hacer. Puedo decir muchas cosas, puedo pensar muchas cosas, y que luego no sean así. Te deseo que seas feliz, y que lo nuestro te haya servido para rectificar en tu futuro. A mí me ha servido, por eso, gracias. Y por esos buenos momentos. Igual que te odio por algo te...te....te recuerdo por cosas buenas, no vamos a ser mentirosos, ya que aquí no me lee nadie, y digo las cosas tal y como salen de mi cabeza. Esta sería mi carta de despedida pero con dos puntos, te odio. Mientras que escucho la banda sonora de Amelie un huracán de recuerdos y emociones sacude mi cabeza como si no hubiera mañana. Para. Sal de mi cabeza...y no lo haces. Pero es solo por escribir eso, cuando lo publique quedará ahí, para leerlo y acordarme de mis sentimientos, pero no volverás a ser motivo de lágrimas. Nunca. A menos que quieras ser asesinado, no deberías. Palabras amargas para un tío duro. O ese es el papel que haces. Eres un tío duro para decirme que quieres follar y como yo no todo se rompe, pero eres un blando para olvidarme. Por novena vez, te odio.