Tal vez pensaba que eras como yo quería que fueses. Es mi razón por la cual llevamos tres semanas sin hablar. Tú. Sin querer saber nada de mi. Sin interesarte nada. Y ya estoy harta. Lo único que me haces ver es que me estás ignorando porque no te atreves a decírmelo.
A decirme que lo único que querías era mi culo y mi coño, ya que tetas tengo pocas. A decirme que lo único que querías era follar. Y eso no tiene mucha poesía, pero no veo porque tengo que contar eso con un tono mas formal.
"Eres de la única chica de la que me he enamorado" eso lo cambio por: "Eres la única niña que se cree mis mentiras"
"No me importa que vayas lento, yo solo quiero estar contigo": "Si en el primer calentón no follamos adiós, muy buenas.
"Te quiero": "..." No se ni porque intercambiar eso...
Lloro, sí, pero no por ti, sino por mi. Me doy vergüenza por haberte creído de nuevo, por pensar que podía confiar en ti, en que eramos más que novios... Pienso en lo bien que estábamos y en que de un día para otro, solo por no querer hacerlo me has desechado cuál lata de Fanta de naranja de marca la pava. Me siento patética...Pero el cobarde de la historia eres tu, y eso no te lo quita nadie. No te atreves a decirme la realidad, y encima no me das la oportunidad de poder dejarte las cosas claras, porque desapareciste del mundo hace tres semanas. Te odio. Nunca más. Es una promesa.
Esto será un recuerdo en el olvido, o mejor, no será nada. Recordaré todo lo de los últimos cuatro meses, menos a ti y tu fábula. Porque es lo que es, un cuento de un cerdo con una moraleja: "No te fíes de quien todas las mañanas se lava en mierda, y luego pide de comer caviar a base de mentiras" No digo que yo sea el caviar, algo especial y con mucho valor, pero si algo mas que <<comida de cerdos>>
Dicho esto gracias a las criaturas que me han aguantado, ayudado, y desbloqueado la cabeza haciéndome reír cuando más lo necesitaba.
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